También ha descendido levemente el número de hijos por mujer, que se sitúa en 1,31 frente al 1,34 de 2016, mientras que la edad media a la hora de tener un hijo ha ascendido hasta los 32,1 años y es la más alta de toda la serie histórica.
¿ Por qué sucede esto?
Las causas de esta situación se entrelazan, pero el primer factor de la ausencia de descendencia es una infertilidad femenina que se explica por la tardanza en intentar el embarazo, lo que, a su vez, es consecuencia de un panorama laboral y económico que repele la idea de asumir lo que cuesta un hijo.
El aborto: hace mucho daño a la natalidad en una gran cantidad de países y de nuevo sobresale España, donde entre el 20 y el 25% de posibles nacimientos son abortados. Y dado que la tasa de natalidad ya es baja, estos efectos se notan más.
La cifra de abortos en España se ha disparado.
Calidad del semen: Aunque la continuidad de la especie humana
no parece amenazada, los datos de los expertos no dejan de ser
preocupantes.
De
hecho, la calidad de los espermatozoides se reduce al ritmo de un 1%
anual y no se han podido determinar las causas exactas de ese deterioro.
“En los últimos 20 años se ha producido un descenso de hasta el 20% de
la calidad seminal”, advierte Ignacio Moncada, coordinador de la
reciente Reunión Nacional del Grupo de Andrología de la Asociación
Española de Urología.
Entre
las principales causas se barajan aspectos como situaciones de estrés,
ingestión de ciertos fármacos, exposición a productos tóxicos y otros
tipos de contaminación, el consumo de drogas, tabaco y alcohol, o los
efectos de la quimioterapia y radioterapia.